La Selección Argentina vive una situación casi crítica. Desde 1993, cuando la comandaba Alfio Basile, que no se encontraba en una situación similar. En aquella oportunidad fue el actual entrenador quien salvó las papas del fuego. ¿Quién se pondrá la pilcha de salvador en esta oportunidad?
A solo cuatro fechas de la finalización de las eliminatorias de cara al mundial, la Argentina se encuentra en la cuarta ubicación, dos puntos por delante de su inmediato perseguidor, Ecuador. De mantenerse en esta posición, clasificaría directamente al mundial, sin la necesidad de jugar un repechaje (su rival sería el cuarto de la CONCACAF. México se encuentra actualmente en esa posición).
Pero esto se agrava ante los inminentes compromisos del seleccionado dirigido por Diego Maradona: debe enfrentar a Brasil y Paraguay (primero y tercero, respectivamente) en la siguiente fecha y luego deberá medirse ante los combinados peruano y uruguayo (décimo y sexto, también en forma respectiva).
Después de la dura derrota ante Bolivia y la caída en la altura de Quito, la Argentina parece no encontrar el rumbo. Messi no rinde como lo suele hacer en su club, el poderoso Barcelona español, la defensa sigue sin dar garantías, en especial teniendo en cuenta la lesión de su primer zaguero central, Martín Demichelis, y las dudas en el mediocampo se concentran en los hombres que jugarán por las bandas. La delantera sigue siendo una de las más poderosas del mundo (Messi, Agüero, Tevez) pero muchos se preguntan si los “bajitos” no necesitarían un referente de área como alguna vez lo fueron Batitusta o Crespo.
Esta nueva convocatoria contará con Martín Palermo (35 años), uno de los delanteros mas importantes del fútbol argentino en la ultima década. Y también con dos nuevas promesas: Eduardo Salvio (19) y Nicolás Otamendi (21). Así, Maradona espera solucionar algunos problemas y medir sus fuerzas de cara al mundial.
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